Cuando el estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid albergó la gira Eras de Taylor Swift, todas las miradas estaban puestas en la superestrella del pop.
Pero para el club de fútbol, la verdadera estrella del espectáculo era el propio estadio.
El concierto de Swift marcó la primera ocasión en la que el recinto estuvo totalmente abierto, aunque “no oficialmente”, después de una importante renovación unos 10 años después de que se anunciaran los planes.
Pero ahora ha sido “oficialmente” presentado.
Se necesitaron €1.8 mil millones – alrededor de €1 mil millones más de lo inicialmente planeado – para que los arquitectos GMP Architekten, L35 y Ribas & Ribas lo transformaran en una atracción pública multifacética, con un Museo del Real Madrid, espacios gastronómicos y comerciales, y un paseo aéreo con vistas panorámicas.
También cuenta con un techo corredizo e incluso un “invernadero” subterráneo donde el césped del campo se puede retraer para condiciones óptimas de crecimiento.
Una característica destacada del estadio es su fachada de acero inoxidable sinuoso. Esta piel metálica, diseñada para ocultar la estructura de hormigón original, le da al Bernabéu una forma distintiva y escultural.
“Las lamas curvadas de acero inoxidable han dotado al Bernabéu de una nueva identidad, solidificando su estatus como un hito de Madrid”, dijo un portavoz de GMP Architekten. “Desde lejos, la fachada metálica brilla como una joya, reflejando la luz de innumerables formas”.
Más allá de la estética, el revestimiento metálico tiene un propósito funcional. Los espacios horizontales entre las lamas permiten la ventilación natural del interior del estadio.
La renovación también aumentó la capacidad de asientos en 3,000 a 85,000, añadió salas VIP y de hospitalidad, e introdujo un campo retráctil alojado en una instalación de almacenamiento subterránea.