50 huérfanos ucranianos encuentran refugio en Jaén, España.

Paisaje de Jaén. Crédito: Pixabay

Cincuenta niños ucranianos de regiones devastadas por la guerra cerca de la frontera rusa están pasando tres semanas en la tranquila provincia de Jaén, España, gracias a una iniciativa única llamada ‘Un Aliento de Esperanza’.

Creada por el residente local Antonio Funes, ofrece un escape muy necesario para los niños. Fueron recibidos calurosamente y están siendo alojados hasta el 22 de agosto.

Entre ellos se encuentran Kateryna, Denys y Oleksander, quienes estaban visiblemente emocionados al darse su primer chapuzón en la piscina de Amurjo en Orcera. Su ciudad de origen, Dolbysh, se encuentra a solo 50 kilómetros de la frontera rusa.

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La dedicación de Antonio Funes a una gran causa

Antonio Funes, un guardia civil de Jaén, está acompañando personalmente a los niños durante su estancia. Anteriormente viajó más de 5,000 kilómetros para llevar a familias ucranianas a un lugar seguro en España. Su dedicación a esta causa es evidente, ya que utiliza su tiempo de vacaciones para asegurarse de que los niños experimenten un respiro pacífico y alegre.

Cómo se financia Un Aliento de Esperanza

El programa Un Aliento de Esperanza está inspirado en la iniciativa española de larga data ‘Vacaciones en Paz’ para niños saharauis. Los niños se quedan en pequeños grupos con tutores de Ucrania y voluntarios locales, disfrutando de actividades financiadas por donaciones de España y otros países europeos, como Francia, Alemania e Italia.

Los niños ya han disfrutado de un baño en la playa de Rincon de la Victoria en Málaga. También explorarán el parque natural Sierra de Andújar y visitarán sitios históricos como la ciudad renacentista de Úbeda.

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Los gobiernos locales en Jaén han hecho todo lo posible para garantizar el éxito de este programa. El alcalde de Orcera, Juan Francisco Fernández, y su equipo han sorteado regulaciones complejas y obstáculos logísticos para traer a los niños a España.

Antonio Funes dijo: “Ver a estos niños sonreír de nuevo no tiene precio”. Su próxima misión es asegurar una furgoneta para el orfanato de Dolbysh.

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