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Debería haber sabido mejor tan pronto como vi el menú, pero el grupo con el que estaba tenía muchas ganas de ir al nuevo restaurante del que todo el mundo estaba hablando durante toda la semana, así que me dejé llevar.
No voy a mencionarlo porque, aparte de no querer una demanda, los restaurantes son un poco como los libros, películas, música y teatro, cada uno tiene sus propios gustos. Lo que diré es que se supone que el restaurante es mexicano y también se especializa en comida de Baja California.
Eso sí que me emocionó porque cuando tenía nueve y diez años, pasamos la Navidad y el Año Nuevo con mis primos en Los Ángeles, y Joe, el jefe, era de México y solía ir regularmente a Ensenada o Tijuana a comer, y nosotros íbamos con él. De hecho, la segunda vez, nos quedamos en el resort costero de Ensenada y nos encantó tanto que mi difunto padre casi compró un condominio allí. Incluso pasé las celebraciones de Año Nuevo en el pueblo local con los amigos que había hecho, disfrutándolo al estilo mexicano. Bueno, si hubiera querido una hamburguesa de Angus, no habría ido a un restaurante mexicano, por ejemplo. Baja es, o al menos era, famosa por su abundancia de mariscos, pero eso faltaba seriamente. Sí, algunos tacos, pero eso es bastante aburrido y anticuado, y es más divertido hacerlos en casa. Luego estaba la cuenta, lo más picante y ardiente del menú. Mallorca puede engañar a todas las personas alguna vez…
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