Japón listo para nuevo primer ministro mientras Fumio Kishida renuncia como líder del partido.

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, no buscará la reelección como líder del Partido Liberal Democrático (PLD), el cual dice necesita un “nuevo comienzo”. El veterano del PLD de 67 años se espera que renuncie como primer ministro después de que el partido elija un nuevo líder en septiembre. El apoyo a Kishida ha disminuido después de que su partido se viera afectado por un escándalo de corrupción y mientras su gobierno lucha contra el aumento de los costos de vida y la caída del yen. Sus índices de aprobación cayeron a 15.5% el mes pasado, el más bajo para un primer ministro en más de una década. “En la próxima elección presidencial, es necesario mostrar a la gente que el Partido Liberal Democrático cambiará”, dijo Kishida en una conferencia de prensa el miércoles anunciando su decisión. “Una elección transparente y abierta, y un debate libre y abierto son importantes. El primer paso fácil de entender que indica que el PLD cambiará es que yo me retire”, dijo. Dentro del partido, algunos han dudado de si Kishida puede llevar al PLD a una victoria en las próximas elecciones generales previstas para 2025. El PLD ha estado en el poder casi de forma continua desde 1955 y Kishida ha sido primer ministro de Japón desde 2021. Analistas han dicho a la BBC que Japón está atravesando una crisis política “única en una generación” mientras el partido gobernante lucha por limpiar su imagen. En diciembre pasado, cuatro ministros del gabinete del PLD renunciaron en menos de quince días por un escándalo de recaudación de fondos que involucra a la facción más poderosa del partido. cinco vice ministros y un vice ministro parlamentario de la misma facción, anteriormente liderada por el fallecido primer ministro Shinzo Abe, también renunciaron. Los fiscales de Japón lanzaron una investigación criminal sobre si docenas de legisladores del PLD recibieron fondos de eventos de recaudación de fondos que vieron millones de dólares mantenidos fuera de los registros oficiales del partido. Pero la forma en que Kishida manejó el escándalo de recaudación de fondos recibió críticas públicas, lo que lo hizo más impopular. La controversia se desarrolló mientras los hogares japoneses luchaban con los precios de los alimentos que subían al ritmo más rápido en casi medio siglo. La quinta economía más grande del mundo ha permanecido estancada durante mucho tiempo: los ingresos promedio no han aumentado en 30 años, pero su población envejece rápidamente. Los problemas económicos de Japón, junto con el escándalo de recaudación de fondos, han llevado a la desconfianza en el partido gobernante, a pesar de una oposición muy débil y dividida. El movimiento de Kishida señaló el deseo del PLD de empezar de nuevo, pero el desafío es si un cambio de liderazgo recuperará la confianza de la gente y recuperará la imagen del partido.

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