Cientos de personas se unieron en una cadena humana el sábado para llevar a cabo un abrazo simbólico al Mar Menor, que este año fue incluido en el ‘Abrazo al Agua’. Los participantes representaban a más de 150 organizaciones y grupos de protesta.
Todavía existen muchos problemas con la conservación de este ecosistema acuático, lo cual sigue siendo motivo de gran preocupación. Aunque, por el momento, las imágenes de peces muertos en las orillas de la laguna salada son cosa del pasado, la sociedad civil está vigilando de cerca para asegurarse de que no se den pasos atrás que puedan hacer que estas imágenes vuelvan a aparecer.
Por cuarto año consecutivo, se llevó a cabo el ‘Abrazo al Mar Menor’, una cadena humana a lo largo de la laguna salada que una vez más demandó la necesidad de cuidar este ecosistema en la Región de Murcia. El movimiento se extendió a más de 70 ubicaciones adicionales “donde existen problemas similares con la conservación de ecosistemas acuáticos, o que querían participar en la preservación de su entorno ahora que todavía está sano”.
Los organizadores de la cadena humana explican que el ‘Abrazo al Mar Menor’ va mucho más allá del problema de la laguna. “Debemos poner límites a la acción humana en los ecosistemas. Todos necesitamos frenar un poco y cuidar mejor nuestro entorno.
Aunque está mejor que hace cuatro años, el Mar Menor sigue en una condición crítica, según los movimientos sociales involucrados en la laguna. “Está mejor que hace cuatro años, pero no podría estar peor, lo cual claramente no es consuelo. La calidad del agua no es buena y el riesgo de anoxia todavía existe”, explica Jesús Cutillas, uno de los portavoces.
Continuó diciendo: “Con este abrazo que nace de nuestra preocupación, queremos gritarle a todos que debemos detener el vertido de sustancias contaminantes en ríos, mares, océanos y acuíferos, así como la sobreexplotación de estos recursos acuáticos. Debemos detener la expansión de la frontera agrícola, eliminar la minería contaminante, revertir la propiedad a gran escala que no cuida la naturaleza, preservar y restaurar las fuentes de los ríos. También es necesario exigir una inversión adecuada de los presupuestos estatales para proteger y garantizar los derechos del agua y la naturaleza, y promulgar y hacer cumplir leyes que cuiden el ciclo vital del agua. Nunca olvidemos que no hay vida en ningún lugar sin ella”.