Para estos atletas olímpicos, el brillo es lo importante.

Para los aproximadamente 10.500 atletas que compiten en los Juegos Olímpicos de París, los accesorios – a menudo de la variedad ultrabrillante, perfectos para captar la atención de docenas de fotógrafos – son una forma de celebrar a sus países, sus familias o sus logros en el escenario más grande del mundo.

Aunque algunos de los looks son imprácticos para la competencia – véase el colgante de cabra incrustado de diamantes de Simone Biles, que lució en una conferencia de prensa después de ganar su sexta medalla de oro olímpica – la mayoría de los atletas con estilo destacado han llevado sus accesorios incluso mientras compiten. Sí, incluso la velocista Sha’Carri Richardson, con sus uñas acrílicas negras y neón aparentemente interminables.

Los anillos olímpicos son un motivo popular, pero otros atletas han recurrido a lo más personal. El corredor estadounidense Noah Lyles, por ejemplo, lució un brillante collar de eslabones en cadena cuando ganó su primera medalla de oro, en la final de los 100 metros, y la tiradora surcoreana Kim Yeji llevó el peluche de elefante de su hija en la cintura mientras competía.

Sin importar qué o a quién elijan honrar, los atletas están utilizando el escenario más grande del mundo como un foco para sus queridos adornos. Aquí algunos de nuestros looks favoritos.

No es frecuente que una medallista de oro olímpica luzca un accesorio que eclipsa la medalla. Pero la Sra. Biles, quien ganó su sexta medalla de oro olímpica, en la competencia individual de gimnasia femenina, hizo precisamente eso cuando lució un colgante hecho a medida con 546 diamantes brillantes en forma de cabra – una referencia a su estatus como la mejor de todos los tiempos.

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¿Uñas largas en una jugadora de fútbol? Claro. ¿Pero en una gimnasta, cuyo evento implica una serie de volteretas, rondadas y exhibiciones de habilidades impresionantes en las barras asimétricas?

La Sra. Chiles, la gimnasta estadounidense que ganó su primera medalla de oro olímpica en la final por equipos femeninos la semana pasada, no se amilana.

“Me hace pensar en la técnica correcta”, dijo en un episodio del podcast de Vogue “The Run-Through”. “Mis uñas son demasiado preciosas y demasiado bonitas para romperse”, añadió.

La Sra. Chiles, que ha llevado uñas acrílicas desde los 15 años, optó por unas uñas de manicura cuadrada largas con puntas francesas de estampado de cocodrilo azul y blanco y acentos dorados.

Las uñas de la Sra. Chiles no fueron la única parte llamativa de su look.

La ciclista italiana Elisa Longo Borghini lució un collar de anillos olímpicos bicolor durante su carrera de ruta.

No solo las gimnastas llevan uñas acrílicas llamativas. La Sra. Richardson lució uñas de neon ultralargas la semana pasada, incluso durante la carrera de 100 metros en la que obtuvo el segundo puesto – su primera medalla olímpica.

Cuando el Sr. Lyles cruzó la meta fotográfica al ganar el oro en la carrera de 100 metros, su collar de eslabones cubierto de diamantes también llamó la atención de los espectadores.

El arte de uñas llamativo de la Sra. Lyles en los Juegos demuestra que las atletas femeninas no tienen el monopolio de las manicuras.

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Comenzó en la ceremonia de apertura llevando uñas con una base blanca y letras azules que deletreaban la palabra “icono”. Luego, para su competencia, optó por un nuevo conjunto patriótico. Presentaba estrellas, una cruz y un rayo, incorporando el rojo, blanco y azul de la bandera estadounidense.

Aunque el Sr. Lyles recibió críticas en las redes sociales por sus cutículas creativas, pareció no importarle. (Entre sus defensores: Dwyane Wade.)

“Ya sabes, a la gente le gusto porque hago esto”, dijo el Sr. Lyles a Us Weekly. “Solo estoy siendo yo mismo”.

La tenista estadounidense Coco Gauff también adoptó un enfoque patriótico para su estilo en la cancha, luciendo uñas rojas y azules con calcomanías de estrellas.

La tiradora surcoreana Kim Yeji llevaba un peluche de elefante que pertenece a su hija de 5 años en la cintura mientras competía, y ganó una medalla de plata, lo que significa que está a punto de convertirse en el artículo de show-and-tell más genial de todos los tiempos.