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El sistema de financiación regional ha sido durante mucho tiempo motivo de queja en las Islas Baleares. Tanto la derecha como la izquierda han buscado un acuerdo más beneficioso, siendo un tema clave el hecho de que las Islas Baleares son uno de los tres contribuyentes netos. Madrid y Cataluña son los otros dos, y la queja es ahora más fuerte debido al acuerdo alcanzado entre el PSOE de Pedro Sánchez y ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) para la investidura del exministro de Sanidad español, Salvador Illa, como presidente de Cataluña.
Este pacto incluye un acuerdo que sacará a Cataluña del régimen común actual de financiación regional y cederá la gestión del 100% de los impuestos al gobierno catalán.
El PSOE dice que este acuerdo no será igual al que se aplica en el País Vasco y Navarra, pero tiene la apariencia de ser similar.
Por razones históricas que se remontan al siglo XIX, el País Vasco y Navarra están excluidos del régimen común. Operan según el llamado sistema foral. Sin entrar en muchos detalles, lo que esto significa esencialmente es que estas dos regiones recaudan y gestionan impuestos nacionales y hacen contribuciones al estado. Los impuestos recaudados en las otras 15 regiones van directamente al gobierno en Madrid y luego se redistribuyen. Bajo el sistema foral, la financiación per cápita es mayor que la del régimen común.
El acuerdo en Cataluña mantendrá lo que se conoce como cuota de solidaridad, el pago de las regiones más ricas a las menos ricas. Pero a pesar de esto, el plan para Cataluña no es bien visto en las Islas Baleares, que el próximo año proporcionarán 448,5 millones de euros de fondos de solidaridad, un aumento del 61% respecto al año actual. Esta será la segunda contribución más alta jamás realizada.
En cuanto a la financiación regional en sí, las Islas Baleares pueden esperar recibir 4.004 millones de euros en 2025, 22 millones más que en 2024. Debido a que la contribución de solidaridad está aumentando tanto, la redistribución a las Islas Baleares es menor de lo que podría haber sido de otra manera.
La fórmula para llegar al sistema actual de financiación venció en 2014. Reformarlo ha resultado ser imposible porque las regiones y los partidos políticos no pueden ponerse de acuerdo en la reforma. Como parte del debate sobre la reforma, algunos abogan por poner fin al sistema foral, dado que sí trae beneficios. Sin embargo, hay quienes desean que se extienda a todos, ya que implicaría un sistema federal. Por lo tanto, está relacionado con el debate más amplio sobre la relación de las regiones con el estado.
Aunque ha habido mejoras en los montos recibidos por las Islas Baleares, también ha habido aumentos en los pagos de solidaridad de las Islas Baleares a otras regiones. Desde que el modelo venció en 2014, las Islas Baleares han entregado 4.254 millones de euros, una cifra que está por encima de lo que el gobierno balear recibirá de Madrid en 2025.
El gobierno del Partido Popular de Marga Prohens está exigiendo de todas formas un sistema de financiación más equitativo y ha dejado claro su oposición al acuerdo de Cataluña. Pero hay voces que insisten en que deje de convertir esto en una lucha contra Cataluña y simplemente defienda los intereses baleares. Tolo Gili, presidente del partido regionalista El Pi, argumenta: “Todas las regiones autónomas deberían tener su propio sistema de financiación, como el que está pidiendo Cataluña o como el que tiene el País Vasco. Es incomprensible que las islas sean una de las regiones que más contribuyen al estado y de las que menos reciben.”
Una gran fuente de controversia para las Islas Baleares durante años está a punto de convertirse en algo aún más masivo.
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