Los sillines de Nancy Martiny tienen un tiempo de espera de seis años

Nancy Martiny no sabía lo que estaba haciendo cuando hizo su primer sillín. Le llevó casi un año de tardes robadas, entre la vida en el rancho, en los rodeos y criando a tres hijos en Idaho rural, para completarlo. Pero como lo hizo bajo la guía de un renombrado fabricante de sillas de montar, Dale Harwood, ese primer sillín resultó bien. Y porque era una vaquera de verdad que montaba en ese sillín mientras producía rodeos y trabajaba con el ganado, la gente confiaba en ella, a pesar de ser una mujer en un campo dominado por hombres.

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