Polonia ha enfrentado años de protestas por los derechos al aborto, pero el reciente aumento en las manifestaciones unió a los ciudadanos en asombro ante el engaño del gobierno.
Con un cambio de gobierno, llegó la esperanza de un cambio; “Votamos por el gobierno que nos prometió uniones civiles”, instaron los manifestantes. “Votamos por el gobierno que nos prometió el aborto. Necesitamos que se regule ahora y necesitamos lo que el gobierno nos prometió”.
Hoy en día, Polonia tiene algunas de las leyes más estrictas sobre el aborto en Europa. La interrupción del embarazo solo está legalmente permitida en casos de agresión sexual, incesto o si la vida y la salud de la mujer embarazada están en riesgo. Realizar o asistir en un aborto puede resultar en hasta tres años de prisión.
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Este julio, grupos de derechos de las mujeres en Varsovia protestaron nuevamente contra el rechazo del gobierno a un proyecto de ley destinado a reformar la restrictiva ley del aborto.
Lo que el gobierno prometió
Las elecciones parlamentarias de 2023 tuvieron una participación sorprendentemente alta para el bastante populista Donald Tusk y sus socios de coalición. Fue a través de las promesas de restaurar el estado de derecho, así como de liberalizar reformas como las uniones del mismo sexo y legalizar el aborto, que el gobierno actual obtuvo sus escaños parlamentarios.
La promesa del derecho a un aborto libre y seguro jugó un papel integral en hacer lo que es hoy el gobierno polaco. El actual primer ministro, Donald Tusk, declaró en una publicación reciente; “Votaremos para despenalizar el aborto. Ya hemos terminado de discutir, es hora de tomar decisiones”.
Marta Lempart, miembro de la Huelga de Mujeres de Toda Polonia y una de las organizadoras de la reciente manifestación, argumentó, incrédula del parlamento polaco; “Obtuvieron escaños por nuestra causa. Devuélvanlos si no les gusta el electorado”.
Lo que el gobierno hizo
El 12 de julio, el parlamento rechazó el proyecto de ley que despenalizaba el aborto, con 215 diputados votando a favor y 218 votando en contra.
El primer ministro polaco declaró el X de julio; “Me siento muy mal por no haber podido encontrar argumentos para convencer a aquellos que votaron de manera diferente a como lo hice yo. Personalmente, estoy haciendo todo lo posible para que las mujeres en Polonia se sientan respetadas y libres. Si escucho que dicen que fracasé en este asunto, entonces sí, tienen derecho a creer eso”.
Una de las manifestantes, Joanna Adamczyk, expresó su frustración con el gobierno; “La incapacidad de cumplir promesas de campaña clave y fáciles de cumplir muestra la debilidad del gobierno, que no puede cumplir lo que prometió”.
Agregó; “Quiero quedar embarazada pero tengo miedo de que si surgen complicaciones, no solo el estado no me ayudará, sino que también procesará a mi pareja o amigos si me ayudan”.
Donald Tusk se refirió a las protestas recientes, declarando; “Todas esas mujeres que han estado involucradas en la liberalización de la ley del aborto durante años, ya han dado una señal muy clara de que un retorno al compromiso que está siendo impulsado por el Partido Popular Polaco y Polonia 2050 es una situación inaceptable”.
El primer ministro no hizo más declaraciones; la prohibición del aborto continúa cambiando la vida de las mujeres en Polonia.
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