La consulta pública ha comenzado sobre una nueva ley que obligará a las empresas eléctricas a hacer más para evitar que las aves se electrocuten en líneas de alta tensión o mueran en aerogeneradores.
El Real Decreto está siendo preparado por el Ministerio de Transición Ecológica, después de que el grupo ambiental SEO/Birdlife denunciara que alrededor de 20 cigüeñas murieron el martes junto a una unidad transformadora en Marchena, provincia de Sevilla.
La nueva regulación pondrá la responsabilidad en las empresas eléctricas para realizar cambios, en lugar de utilizar dinero público para actualizar los cables de energía.
España tiene una ley desde 2008 para la mejora de las líneas de alta tensión para prevenir la muerte de aves, que tuvo en cuenta la futura modernización de infraestructuras.
Pero incluía una disposición que el Gobierno financiaría cualquier mejora.
Los grupos de conservación se quejaron de que esta disposición resultaba en que se tardaba mucho tiempo en liberar fondos públicos y han retrasado o incluso bloqueado la actualización de las líneas de energía.
Juan Carlos Atienza de SEO/BirdLife señaló que varias sentencias judiciales en los últimos años respaldan su opinión de que las empresas deben pagar por la modernización para evitar la muerte de aves.
A finales de 2022, el Gobierno aprobó el plan estratégico estatal para el patrimonio natural y la biodiversidad hasta 2030.
Hacía referencia a cambiar el Real Decreto de 2008 para “eliminar la obligación de financiación pública para la corrección de líneas antiguas” y establecía como objetivo que “para 2030 todas las líneas peligrosas” estarían “modificadas adecuadamente”.
Debido a retrasos, principalmente debido a las elecciones del año pasado. Atienza cree que la ley debería ser aprobada este otoño.
La causa más frecuente de mortalidad no natural en aves está relacionada con las estructuras de conducción eléctrica.
Según las cifras de SEO/BirdLife de 2023, el 47% de la mortalidad no natural de aves registrada en los Centros de Recuperación de Fauna Salvaje de España correspondía a colisiones con líneas de energía y electrocución.
En el texto de la consulta del Ministerio de Transición Ecológica, se señala que: “Otra causa de mortalidad de la vida silvestre que se ha revelado como significativa y adicional a la que ocurre en las líneas de energía es la colisión de especies con los aerogeneradores”.
“Para evitar y corregir situaciones de alta mortalidad en estas instalaciones, es necesario recoger una serie de medidas de reducción de riesgos que han demostrado su validez, y establecer un marco adecuado para la supervisión de estas instalaciones, estableciendo, a su vez, umbrales de mortalidad que permitan la identificación de aerogeneradores particularmente peligrosos”.
El Ministerio dice que será la primera vez que se introduzcan estas obligaciones para los generadores eólicos.
Juan Carlos Atienza dice que ya existen dispositivos en venta que detectan aves y detienen las palas para que no ocurran colisiones, y que el equipo no es muy caro en comparación con el costo total de un aerogenerador.
Atienza cree que lo más importante de la nueva ley es la “adecuada supervisión de la mortalidad”, que no sucede actualmente.
“Se estima que el 20% de los aerogeneradores son responsables del 80% de las muertes”, señaló.
“Si se pone fin a la muerte de aves vinculada a las energías renovables, los movimientos en contra de los parques eólicos ya no tendrían tanto sentido”, concluyó.