A veces no está claro por qué un artista llama a una colección de canciones una mixtape y a otra un álbum. Aquí hay poca confusión. El último álbum del rapero Curry, el introspectivo, post-terapia Melt My Eyez See Your Future, fue precedido por entrevistas que planteaban la nueva inteligencia emocional del floridano, en las que hablaba de influencias que abarcan desde Akira Kurosawa, ballet, Sergio Leone, el antiguo arte marcial Muay Thai, HR Giger, manga, las novelas de Dune y Smells Like Teen Spirit. En contraste, el primer sencillo de esta mixtape, Hot One, comienza: “Puedo ganar dinero desde la comodidad de mi sofá / Tengo tanto impulso, ahora tengo que conseguir un chofer.” ¿Una cita de Chapterhouse: Dune? Parece improbable.
En cambio, KOTMSV2 es Curry como “Big Ultra”, obsesionado con el dinero, las armas de fuego y el estatus que ambos proporcionan. Es una secuela de su cinta de ascenso de 2012, con un rapero sureño destacando en casi todas las pistas, aunque prácticamente todos los demás luchan por igualar la energía carismática y fascinante de Curry. Hay algo en su cadencia pícara que es irritantemente irresistible, sin importar lo perezosos que sean sus versos. Lo más disfrutable son las canciones de estilo cloud-rap Ultra Shxt y la soulful Cole Pimp, mientras que el gigantesco y distorsionado ritmo que impulsa Hit the Floor es imposible de olvidar.