El tribunal principal de la ONU está listo para emitir una opinión histórica sobre las consecuencias legales de la ocupación de Israel en los territorios palestinos. El Tribunal Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya en los Países Bajos, ha estado examinando el tema desde principios del año pasado, a solicitud de la Asamblea General de la ONU. El tribunal fue específicamente solicitado para dar su opinión sobre las políticas y prácticas de Israel hacia los palestinos, y sobre el estatus legal de la ocupación. Dependiendo de su decisión, podría marcar la primera vez que la CIJ ha emitido una posición sobre si la ocupación de 57 años es ilegal. En este caso, el tribunal emitirá una opinión consultiva, que no es legalmente vinculante pero aún tendrá un peso político significativo. Israel ocupó Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza en la guerra del Medio Oriente de 1967. Retiró sus tropas y colonos de Gaza en 2005, reteniendo el control sobre su espacio aéreo, frontera compartida y costa. A pesar de la retirada, la ONU sigue considerando a Gaza como parte de los territorios ocupados. Como poder ocupante, las acciones de Israel en Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza están sujetas a un conjunto detallado de reglas bajo el derecho internacional que rige la ocupación, diseñado para proteger a la población civil ocupada. Antes de que comenzaran las audiencias en febrero de este año, Israel emitió una declaración diciendo que no reconocía “la legitimidad de la discusión” en la CIJ. Describió el movimiento, iniciado por el Estado de Palestina en la ONU, como “parte del intento palestino de dictar los resultados del acuerdo político [del conflicto israelí-palestino] sin negociaciones”. Declinó participar en las audiencias orales y presentó en su lugar una declaración por escrito. Algunos 52 países presentaron sus opiniones, la gran mayoría afirmando que la ocupación era ilegal y pidiendo a la CIJ que la declare como tal. Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, instó al tribunal “a calibrar cuidadosamente su consejo” y a abstenerse de emitir una opinión “que exija una retirada unilateral, inmediata e incondicional de Israel que no tenga en cuenta las legítimas necesidades de seguridad de Israel”. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina dijo al tribunal que su pueblo había soportado “colonialismo y apartheid”. “La prolongada y continua ocupación israelí de Palestina tiene la intención de lograr… la completa desaparición de Palestina y la destrucción del pueblo palestino”, dijo. Philippe Sands, abogado internacional y miembro del equipo legal palestino, dijo a la BBC: “En términos de resultados legales y solución que finalmente se debe encontrar, este caso de la CIJ es tan significativo como puede ser”. Si la CIJ emite una opinión consultiva, ésta pasa a la Asamblea General de la ONU, que decidirá cómo responder, incluida la opción de adoptar una resolución. Eso sería significativo y podría constituir un catalizador para las negociaciones y establecer los parámetros legales para un futuro acuerdo negociado. Si el tribunal decide que la ocupación de Israel es ilegal, dirá a todos los organismos y naciones de la ONU que no deben hacer nada para apoyar o contribuir a la situación actual. Tal decisión podría tener implicaciones comerciales de gran alcance, pero de mayor importancia serían las consecuencias para la legitimidad de la justificación de Israel para permanecer en Cisjordania y Jerusalén Este. Israel reclama la soberanía sobre toda Jerusalén, que considera su capital indivisible -algo que no es aceptado por la gran mayoría de la comunidad internacional. También ha construido alrededor de 160 asentamientos que albergan a unos 700,000 judíos en Cisjordania y Jerusalén Este. Los asentamientos son considerados ilegales según el derecho internacional, aunque Israel disputa esto. El caso de la CIJ que se está escuchando el viernes es diferente de otro caso activo presentado al tribunal por Sudáfrica acusando a Israel de cometer genocidio contra los palestinos en la guerra en Gaza.