Samantha Catantan lloró mientras sonaba el himno nacional al concluir el torneo de clasificación olímpica donde aseguró el último pase de comodín asiático a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Pero mucho después de que la euforia desapareciera, Catantan entendió el trabajo por hacer. Los cuatro clasificados de comodín están clasificados en la parte inferior de la lista de 34 personas en sable femenino y se unen a Catantan, una medallista de oro y plata en sable femenino de los Juegos del Sudeste Asiático, Youssra Zekrani de Marruecos (África), Mariana Pistoia de Brasil (América) y Malina Calugareanu de Rumania (Europa). Los cuatro participarán en una ronda de eliminación para llegar al sorteo principal.
Si sobrevive a la ronda de comodines y llega a la ronda de 32, se enfrentará a las principales favoritas en el campo.
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“Va a ser un torneo muy difícil porque estos jugadores, especialmente los de arriba, están hechos para competir en los Juegos Olímpicos”, dijo Catantan.
La estadounidense Lee Kiefer, medalla de oro en sable femenino en los Juegos Olímpicos de Tokio, es una gran favorita para retener su título y aunque las rusas Inna Deriglazova y Larisa Korobeynikova no estarán presentes para llenar el podio en París, una multitud de contendientes son capaces de ocupar sus lugares.
Las italianas Alice Volpi, Martina Favaretto y Arianna Errigo pertenecen a la crema y nata de las principales candidatas con las participantes de Canadá, Polonia, China, Egipto y Japón igualmente competentes para sorprender.
“Durante los últimos cuatro años, estas esgrimistas ya sabían que se iban a clasificar, así que se han estado preparando para este momento”, dijo Catantan.
Clasificados directos
Otros clasificados directos en sable femenino incluyen a la filipino-marfileña Maxine Esteban de Costa de Marfil (África), Amita Berthier de Singapur y Daphne Chan de Hong Kong (Asia y Oceanía), Arantxa Inostroza de Chile (América) y Anne Sauer de Alemania y Flora Pasztor de Hungría (Europa).
Todos se clasificaron para la capital francesa después de estar en la cima en sus respectivos continentes.
“La presión siempre está ahí. Solo tienes que acostumbrarte a ella. Mi objetivo es darlo todo, luchar al máximo de mis capacidades y ver a dónde me llevan todos esos esfuerzos”, dijo Catantan, quien afiló sus habilidades en el circuito universitario de la NCAA en Estados Unidos jugando para la Universidad Estatal de Pensilvania.
La joven de 22 años, un hallazgo preciado de Frisco, Ciudad Quezón, está actualmente en plena preparación en Venecia con su entrenador Rolando Amat.
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Se trasladarán durante una semana al campo de entrenamiento establecido por el Comité Olímpico de Filipinas en Metz, Francia, antes de ingresar a la villa olímpica días antes del torneo.
La competencia de un día para sable femenino está programada para el 28 de julio en el Grand Palais de París.
“Estoy muy feliz no solo por mí. Estoy más feliz de que este pueda ser el comienzo de que la esgrima se vuelva popular en nuestro país. Con suerte, podemos obtener todo el apoyo que podamos”, dijo Catantan.
Ella es solo la tercera esgrimista del equipo filipino que ha llegado tan lejos en la gran cita deportiva mundial junto con Percy Alger (Seúl 1988) y Walter Torres, olímpico en Barcelona 1992, ahora comisionado en la Comisión de Deportes de Filipinas.