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El plan presupuestario del gobierno balear para los próximos tres años contempla un déficit tanto en 2026 como en 2027. Remitido para su análisis por la ministra de Hacienda de España, María Jesús Montero, las principales razones de este déficit son las rebajas fiscales y el aumento del gasto público, especialmente en personal.
No se proyecta un déficit para 2025, pero en los dos años siguientes se prevé que los cambios en los impuestos de sucesiones y patrimonio tendrán un impacto.
Todos los ciudadanos se benefician por la eliminación del impuesto de sucesiones, pero claramente no es el caso con el impuesto sobre el patrimonio. Los ahorros fiscales son mucho mayores para aquellas personas con grandes fortunas; los beneficiarios son aquellos que tienen activos por un valor de hasta tres millones de euros.
Llorenç Pou del partido de la oposición PSOE destaca que el gobierno debe cumplir con las reglas de estabilidad presupuestaria, por lo que tendrá que encontrar una fórmula para superar un desequilibrio previsto de 230 millones de euros. Mientras tanto, critica el hecho de que el gobierno haya aprobado recortes fiscales para los ricos pero no para otros.
En principio, un gobierno regional no puede tener déficit, habiendo sido una estipulación de la legislación de estabilidad presupuestaria introducida por el gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy en 2012. El gobierno balear confiará en que los déficits programados se superen mediante un aumento de los ingresos de las rondas anuales de financiación regional por parte del gobierno español.
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