(4-2-3-1) Pickford; Alexander-Arnold, Stones, Konsa, Gomez; Mainoo, Rice; Palmer, Bellingham, Gordon; Kane.
La mayoría de nuestros escritores están pidiendo un cambio a una defensa de tres. Mi temor sería que otro defensor en el campo solo alentaría a Inglaterra a invitar al oponente. Esa actuación en tiempo extra después del gol de Harry Kane fue difícil de ver y hay una razón por la que Gareth Southgate -para deleite de la mayoría de los aficionados de Inglaterra- abandonó el sistema antes del último Mundial. También me siento incómodo al reubicar a Bukayo Saka como carrilero izquierdo.
En su lugar, restauraría a Trent Alexander-Arnold a su familiar posición de lateral derecho en lugar del desentonado Kyle Walker, traería a Ezri Konsa por el suspendido Marc Guehi y tendría al sólido y confiable Joe Gomez -quien lo hizo bien como lateral izquierdo para el Liverpool la temporada pasada- ocupando el lugar de Kieran Trippier. Gomez puede controlar al danés Dan Ndoye, que dispara mucho.
Al igual que Trippier, Gomez es diestro, por lo que para estirar el juego por ese lado izquierdo y evitar que Inglaterra constantemente retroceda e ingrese por la banda en esa zona, se selecciona a Anthony Gordon. Puede causar problemas a su compañero de equipo del Newcastle, Fabian Schar. Y en el otro lado, Cole Palmer ha demostrado en sus apariciones que tiene la calidad, imprevisibilidad y confianza para reemplazar a Saka e impulsar el ataque.
(3-4-3) Pickford; Walker, Stones, Konsa; Alexander-Arnold, Mainoo, Rice, Saka, Bellingham, Palmer, Kane.
Inglaterra se salvó contra Eslovaquia pero es posible que no tengan tanta suerte contra un excelente equipo de Suiza. A pesar de la hazaña de Jude Bellingham, la realidad es que Inglaterra fue nuevamente muy pobre en los octavos de final y se necesitan cambios antes de que sea demasiado tarde.
Los tiempos desesperados requieren medidas drásticas. Es hora de un cambio de sistema que nos iguale con los suizos pero también nos permita atacar por ambos lados del campo. Con una formación 3-4-3, Trent Alexander-Arnold regresa al equipo como carrilero derecho, mientras que Bukayo Saka desempeña el mismo papel en el otro lado del campo, y la estrella del Arsenal todavía puede plantear muchas preguntas al oponente desde esa posición.
Su presencia en la izquierda también crea espacio en la derecha -Eslovaquia tuvo que dejar de sobrecargar su lado izquierdo debido a la amenaza potencial de Saka- y eso ayudará a Alexander-Arnold y Cole Palmer, quien debería tener su primera titularidad en el torneo. Los goles de Bellingham y Harry Kane les dan otra oportunidad, mientras que Ezri Konsa reemplaza al suspendido March Guehi en una defensa de tres junto a Kyle Walker y John Stones.
(3-4-3) Pickford; Walker, Stones, Gomez; Alexander-Arnold, Mainoo, Rice, Saka; Palmer, Bellingham, Kane.
Fue bastante difícil determinar qué forma estaba intentando jugar Inglaterra durante gran parte de su victoria sobre Eslovaquia, pero definitivamente hubo un cambio a una defensa de tres jugadores en algún momento. Gareth Southgate debería hacer que ese cambio sea claro y permanente cuando Inglaterra se enfrente a Suiza.
Los suizos juegan con tres en la defensa, por lo que igualar su sistema tiene sentido. También es la mejor manera para que Southgate asegure que su equipo tenga amplitud natural en la izquierda, con Bukayo Saka moviéndose como carrilero y Kieran Trippier yéndose al banquillo.
Es una decisión entre Joe Gomez y Ezri Konsa para reemplazar al suspendido Marc Guehi, mientras que jugando como carrilero Trent Alexander-Arnold le permite a Inglaterra encontrar espacio para uno de sus jugadores más creativos, al mismo tiempo que lo libera de algunas de sus responsabilidades defensivas y termina su condenado ensayo en el centro del campo.
Kobbie Mainoo merece mantener su lugar, mientras que Cole Palmer debería comenzar en lugar de Phil Foden, quien continúa decepcionando.
(5-3-2) Pickford; Walker, Stones, Konsa; Alexander-Arnold, Rice, Mainoo, Bellingham, Shaw; Kane, Toney.
Inglaterra ha sido pesada, predecible y debería estar yéndose a casa. Fue solo después de la introducción de Ivan Toney contra Eslovaquia que representaron una amenaza. Es hora de ver si hay una verdadera sustancia en una asociación con Harry Kane. Su inclusión cambiaría la dinámica alrededor de Gareth Southgate e Inglaterra en este torneo.
Suiza va como favorita en cuanto a forma, y Southgate debe reconocer esto con una estructura sólida que iguale a su oponente de la misma manera en que venció a Alemania en la Euro 2020. Ahora debe elegir un sistema que se ajuste a su personal y la baja de Kieran Trippier puede resolver el mayor problema.
La única advertencia es si Luke Shaw todavía no está en condiciones de comenzar, colocaría a Bukayo Saka delante de él en la izquierda. Esto podría volver a extenderse por lo que tener a Cole Palmer y Phil Foden como finalizadores y la energía de Conor Gallagher y Anthony Gordon desde el banquillo podría resultar una medida astuta.
(5-3-2) Pickford; Alexander-Arnold, Walker, Stones, Konsa, Saka; Mainoo, Rice, Bellingham; Toney, Kane.
Es hora de romper y comenzar de nuevo, Gareth. Antonio Conte mostró una vez famosamente con el Chelsea que un cambio a un 5-3-2 y un estilo de juego más directo puede llevar a riquezas -y así es como lo jugaría antes del partido contra Suiza. Tendría tres en el centro para detener que Granit Xhaka dicte las cosas de la manera fascinante en que lo ha hecho en este torneo.
Las circunstancias lo requieren, por lo que Bukayo Saka tendrá que jugar como carrilero izquierdo y Trent Alexander-Arnold por la derecha con Kyle Walker jugando como tercer central, aunque merece ser relegado después de su desastroso espectáculo contra Eslovaquia. Claramente no estamos confiados ni somos lo suficientemente buenos bajo este entrenador para jugar un fútbol total, por lo que el arma de Walker de un lanzamiento largo y jugadas de estrategia debería ser enfocada. Es por eso que estoy eligiendo a Ivan Toney para que sea pareja de Harry Kane. Métanlo en el área. Sí, ha llegado a esto.
(4-2-3-1) Pickford, Walker, Stones, Konsa, Trippier, Rice, Mainoo, Saka, Bellingham, Gordon, Kane
La última vez que Inglaterra jugó con una defensa de tres fue el empate 3-3 contra Alemania en Wembley. Eso fue en septiembre de 2022, el último juego antes de la Copa del Mundo en Qatar. Todo ese equipo de Inglaterra ha sido desmantelado y este nuevo ciclo ha sido entrenado con una defensa de cuatro. Inglaterra está lejos de ser convincente, pero hacer un cambio tan drástico a mitad de torneo solo cavaría un agujero aún más profundo y llevaría a más confusión e inestabilidad.
En cambio, Gareth Southgate debería solucionar el gran problema que es el lado izquierdo de Inglaterra. Phil Foden, por todo su talento, no ha funcionado en ese rol. Y no puedes permitirte alejar a Jude Bellingham de su posición de mediapunta, sus heroicas jugadas aéreas mostraron que posee ese momento para sacar a este equipo de problemas.
Es hora de liberar a Anthony Gordon por la izquierda como una opción más natural. Sí, el extremo del Newcastle no fue utilizado contra Eslovaquia, pero tampoco lo fue Ivan Toney en los tres partidos anteriores de Inglaterra, y vean qué gran impacto tuvo el domingo.
(4-2-3-1) Pickford, Walker, Stones, Konsa, Trippier, Rice, Mainoo, Palmer, Bellingham, Gordon, Kane.
Inglaterra necesita encontrar su equilibrio, pero esto no significa un regreso a su limitado 3-5-2, 3-4-3 que era funcional pero sin brillo. Es hora de que Gareth Southgate haga los cambios que debería haber hecho después de Eslovenia. Incluir a Anthony Gordon para proporcionar más amplitud y juego directo para finalmente preocupar a los equipos por nuestro flanco izquierdo. Luego, Kieran Trippier puede concentrarse en su trabajo principal como defensor confiable.
Dale a Cole Palmer el puesto titular que merece, porque ha mostrado más en dos breves intervenciones que Bukayo Saka en cuatro partidos. Esto puede que no sea el mejor equipo de Inglaterra sobre el papel, pero es el que parece más potente en la forma actual.
Dos extremos peligrosos podrán replegar a los carrileros de Suiza, llevar a Inglaterra más arriba en el campo y darles más libertad para dictar los partidos por primera vez en Alemania.