Resumen:
Hacer ejercicio es esencial, pero también puedes quemar más calorías en reposo al vigilar lo que y cuándo comes.
Palabras clave:
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1 No saltes el desayuno
La comida de la mañana pone en marcha tu metabolismo y ayuda a prevenir atracones más tarde en el día. Una taza de café no cuenta: la cafeína y el azúcar añadido pueden darte un poco de energía y suprimir tu apetito por un tiempo, pero seguramente se volverá en un hambre severa y es más probable que comas en exceso más tarde. El desayuno debe incluir carbohidratos complejos como granos enteros (granola o avena), junto con algo de proteína y grasa (yogur o leche descremados), mantendrá tus niveles de energía estables y el hambre bajo control.
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Acostúmbrate a comer cada tres o cuatro horas o al menos cuatro veces al día. Comer con frecuencia estabiliza el azúcar en la sangre, cuando el azúcar en la sangre baja demasiado querrás comer… mucho. Al mantener estable el azúcar en la sangre puedes controlar tu apetito y mantener tu tasa metabólica alta. Cuando pasas muchas horas sin comer, tu cuerpo compensará disminuyendo para conservar energía… este efecto perjudica tus esfuerzos de pérdida de peso.
La proteína ayudará a reducir tu apetito, requiere más energía y tiempo para digerir, en efecto, te sentirás lleno por más tiempo que solo comer carbohidratos. La investigación muestra que comer más proteínas puede ayudarte a perder peso sin reducir calorías. Prueba estas posibilidades de proteínas: pavo en pan integral; hummus y pita; chili vegetariano; fruta y nueces; o barras de bocadillos de proteínas que contienen 12 o más gramos de proteína.
Muchos de nosotros tomamos un refrigerio para obtener energía rápida cuando nos sentimos cansados. Pero no confundas el verdadero hambre con la fatiga. Si te sientes cansado, ve a dar un paseo vigoroso de 15-20 minutos. Esto elevará tu ritmo cardíaco y te dará un impulso de energía. Síguelo con un vaso grande de agua fría. Si realmente tienes hambre, come un bocadillo rico en proteínas y carbohidratos complejos como; galletas integrales con mantequilla de cacahuate o queso.
Comer muy poco disminuye el metabolismo de tu cuerpo de la misma manera que comer con poca frecuencia. Si quieres perder peso, no reduzcas drásticamente tus calorías. En su lugar, elimina algunos de los extras en tu dieta – cosas como refrescos, jugo, productos envasados o dulces. Los alimentos procesados tienden a ser altos en grasa y calorías y bajos en vitaminas, minerales y fibra.
Publicado por May Healthy Lifestyle