A pesar de que el alcalde de Orihuela, Pepe Vegara, y el concejal de deportes, Víctor Sigaenza, hayan afirmado que tanto el servicio de gestión de instalaciones deportivas de Orihuela como los salarios de todo el personal están garantizados, más de 130 trabajadores pertenecientes a la empresa están llevando a cabo una serie de protestas debido al impago de sus salarios.
Esta es una situación que se viene arrastrando desde principios de junio, cuando la difícil situación económica de la empresa salió a la luz, tanto que en otros municipios donde tiene una concesión se vio obligada a ceder los contratos de inmediato.
El martes, el Ayuntamiento de Orihuela, que le debe a Clequali más de un millón de euros, ordenó este martes el pago de las facturas de enero y febrero, al mismo tiempo que comenzaba los trámites para pagar marzo, abril y mayo con un anticipo legal.
En Orihuela, la empresa ha estado prestando el servicio sin contrato desde que expiró hace más de un año, lo que solo permite que las facturas se paguen después de la aprobación del Consejo Asesor Jurídico.
El Concejal de Deportes también mencionó que el nuevo contrato saldrá a licitación en cuestión de días, lo que aún no ha ocurrido.
Según el alcalde, “una vez que las facturas de enero y febrero fueron enviadas al Consejo Asesor Jurídico y el informe indicó que debían pagarse de inmediato, se iniciaron los trámites para su pago. Sin embargo, recibimos un embargo por parte de la Agencia Tributaria de 751,000 euros, lo que obviamente impide el pago directo a la empresa Clequali. Esto nos llevó a tener que hablar con la Agencia Tributaria para explicar las circunstancias”.
Esto significa que, por el momento, el personal aún no ha cobrado sus nóminas de la mitad de mayo, mientras que la nómina de junio también está en el aire.
Por esta razón, a pesar de la orden de pago, el personal de Clequali ha decidido en una asamblea general extraordinaria que protestarán todos los martes de julio frente a las oficinas de la empresa en Orihuela y frente al Ayuntamiento para exigir el pago pendiente de sus salarios e información sobre la seguridad de sus futuros.
Esta situación está poniendo en riesgo no solo el pago de salarios a los trabajadores de la empresa, sino también el servicio deportivo en Orihuela, como las piscinas municipales, en plenas vacaciones de verano de los niños.