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Conor McGregor ha revelado que un dedo lesionado lo obligó a retirarse del próximo evento de UFC 303 el 29 de junio, en el que estaba programado para ser el cabeza de cartel contra Michael Chandler.
McGregor iba a pelear contra el contendiente de peso ligero sexto clasificado Chandler, pero la primera indicación de que esa pelea estaba en problemas fue cuando su conferencia de prensa el 3 de junio en Dublín fue cancelada abruptamente, sin una explicación inmediata.
La pelea fue cancelada la semana pasada, y el campeón de peso semipesado de la UFC, Alex Pereira, fue convocado para enfrentar al retador de mayor rango Jiri Prochazka en el evento de Las Vegas.
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McGregor insistió en que estaba “súper preparado” para su pelea, pero ocurrió un accidente.
En una publicación en redes sociales, dijo: “Es absolutamente desgarrador.
“Tuvimos un descuido y participamos en una sesión de entrenamiento sin usar el equipo de protección completo y golpeé el dedo con el codo y me lo rompí limpiamente. Necesita unas semanas, eso es todo.”
Agregó: “No podía justificar ante mi equipo o los fans que hiciera la caminata otra vez afectado. Esa caminata se ha visto. Esta próxima caminata tiene que ser, y será, el 100 por ciento Conor McGregor.
“Los fans lo merecen y estamos cerca. Se produjo un pequeño descuido y se produjo una molestia de una lesión. Eso es todo. Tomar la lección y seguir adelante. Lo recuperaré.”
Mantiene que regresará al octágono, incluso si no es contra Michael Chandler.
“Me quedan dos peleas en mi contrato”, dijo. “Estoy llegando para brillar. Solo tengo que tomarme mi tiempo.
“Volveré. Nos vemos pronto. Nos vemos en la cima. Chandler o no.”
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La pérdida de McGregor, que no ha competido dentro del octágono en tres años, marca un golpe para la UFC. A sus 35 años, está más allá de su mejor momento, pero sigue siendo una gran atracción.
La UFC está en una encrucijada, con estrellas como McGregor, Jon Jones y Amanda Nunes cerca del final de sus carreras o ya retiradas.
Hay un grupo de luchadores más jóvenes que aún están construyendo sus bases de fans en los que la UFC confía para liderar la próxima generación.
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