Swift’s dominance in the music industry is undeniable, and her strategic moves to maintain her success are a testament to her ambition and business acumen. While some may criticize her for blocking smaller artists from reaching the top spot on the charts, it’s clear that Swift will stop at nothing to secure her position at the pinnacle of the industry. And as Charli XCX and other artists continue to push boundaries and create innovative music, it’s important to remember that success can take many different forms, and each artist has their own journey to navigate in the ever-evolving landscape of the music business.
Aunque simplemente esté lanzando versiones de lujo sin ton ni son, el daño a los ojos de los fans y observadores está hecho; en la luz más dura, se podría decir que su aparente constante búsqueda de dominio comercial hace que sus regrabaciones del álbum Taylor’s Version, presentadas como un intento de una vez más poseer su música después de que los masters de sus primeros seis álbumes fueran vendidos en su contra, parezcan una justificación de mala fe para otra serie de reediciones de álbumes.
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Después de la promoción del boletín
Considero que soy fan tanto de Charli como de Swift. Para mí, el aspecto más preocupante de Swift “querer [éxito] más que nadie”, como lo expresó Del Rey, es la idea de que su impulso comercial está superando la meticulosa artesanía de las canciones y el control de la imagen que hicieron que discos como Red de 2012 y Speak Now de 2010 fueran clásicos definitorios de la época. Para Swift, parece que el éxito creativo ya no es tan satisfactorio como vender la mayor cantidad de discos y pasar la mayor cantidad de semanas en el número 1. Parte de la razón por la que TTPD se siente como uno de sus discos más enervados, con la respuesta crítica para probarlo, es que, con 30 canciones, es exagerado y distendido, sus muchas pistas adicionales parecen solo servir para aumentar sus reproducciones semanales.
Una versión mucho más corta del disco, como la lista de reproducción de 10 pistas “Menos Poetas Torturados” que he empezado a escuchar, me parece mucho más exitosa que la versión “oficial” de 30 pistas. Pero el simple hecho de que una lista de reproducción así se sintiera necesaria te dice mucho sobre cuánto trabajo ha sido esta era de la carrera de Swift incluso para los fans más dedicados.
Al armar su próximo álbum, podría ser bueno que siga el ejemplo de Charli: Brat es un regreso sin disculpas a los estilos de música electrónica underground después de la coqueteo de Crash con las tendencias pop mainstream, y sin embargo es su mayor éxito comercial y crítico hasta ahora. Más importante aún, es el disco de Charli con un sonido más vital y clarificado de todos. Tienes la sensación de que, incluso si hubiera fracasado rotundamente, ella lo habría visto como un éxito de todos modos.