El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, al parecer aprovechó su intervención en las Cortes de la Generalitat Valenciana para transmitir a los valencianos y españoles la preocupación de nuestra tierra por la deforestación de más de 200 hectáreas de naranjos y limoneros.
Este es el mismo alcalde que ha presidido el peor contrato de gestión de residuos ambientales en el país, donde a los residentes se les impide reciclar de manera efectiva y muchos ahora conducen para desechar su basura, ha destruido una de las zonas naturales más grandes cerca del parque natural al permitir la sobreconstrucción de viviendas, el mismo parque natural donde quería construir una gran tienda de bricolaje hace algunos años en una de las áreas protegidas, aprobó la destrucción de un parque urbano para la construcción de rascacielos ilegales que también invaden la zona costera, enfrenta una investigación por delitos ambientales en el ecoparque del municipio, opera algunos de los autobuses más antiguos y contaminantes del país, autobuses que una vez fueron gratuitos para algunos residentes pero ahora tienen que pagar, eliminó árboles del Parque de las Naciones y otras áreas, recibe críticas de cuidadores de gatos por no cumplir con la Ley de Protección Animal, no mantiene los carriles bici ni tiene un sistema de transporte verde efectivo, y en una ciudad donde las calles están desbordadas de vehículos aún no ha logrado avanzar en la obligatoria Zona de Bajas Emisiones, entre otras políticas poco amigables con el medio ambiente de las que él es responsable, ¡y ni siquiera hemos mencionado las inundaciones!
La Unión Europea está creando leyes para prevenir el llamado “greenwashing” por parte de las empresas, pero quizás para los políticos aún no se ha considerado.