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La gente en Myanmar y Tailandia han estado hablando de su sorpresa y horror después de un poderoso terremoto de magnitud 7.7 golpeara el viernes, derribando edificios en los dos países.
Un residente en Yangón, la ciudad más grande de Myanmar, le dijo a la BBC que los temblores fueron “bastante intensos” y duraron alrededor de cuatro minutos.
Hablando en el programa Newsday de la BBC World Service, el hombre, que prefirió permanecer anónimo por razones de seguridad, describió cómo se despertó de una siesta con el edificio temblando violentamente.
“Duró alrededor de tres a cuatro minutos”, le dijo a la BBC, “Estaba recibiendo mensajes de amigos y dándome cuenta de que no solo era en Yangón, sino también en muchos lugares a lo largo del país.”
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El terremoto derribó edificios en todo el país y en Tailandia vecina.
Los temblores, sentidos en Tailandia y hasta en China, provocaron el colapso de un rascacielos de 30 pisos en la capital tailandesa Bangkok, atrapando a 43 trabajadores bajo los escombros.
Los residentes corrieron a las calles mientras los edificios temblaban y el agua salpicaba de las piscinas en las azoteas.
Sirinya Nakuta le dijo a Reuters que estaba en su apartamento con sus hijos cuando ocurrió el terremoto: “No paraba. Escuché cosas cayendo desde arriba como piedras golpeándonos. Les dije a mis hijos, no podemos quedarnos aquí y tenemos que salir. Así que corrimos hacia abajo.”
Worapat Sukthai, jefe de policía adjunto del distrito de Bang Sue, le dijo a la agencia de noticias francesa AFP que podía escuchar el sonido de personas gritando bajo el colapso del edificio de apartamentos.
Dijo: “Cuando llegué al lugar, escuché a gente pidiendo ayuda, diciendo ‘ayúdenme’. Estimamos que cientos están heridos, pero aún estamos determinando el número de víctimas.”
A medida que se revelaba la magnitud de la destrucción, los funcionarios de Myanmar declararon una “zona de catástrofe masiva” en el Hospital General de Nay Pyi Taw, donde los pacientes yacían en camillas afuera, con sueros colgando de soportes improvisados.
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El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, fue visto visitando el hospital Naypyidaw.
La junta militar que ha gobernado Myanmar desde su golpe de estado en 2021 hizo un raro llamamiento de asistencia internacional, declarando estado de emergencia en seis regiones.
El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, fue visto visitando el hospital Nay Pyi Taw. Suplicó por ayuda extranjera: “Queremos que la comunidad internacional envíe ayuda humanitaria lo antes posible.”
El acceso a la información en el país gobernado por los militares es difícil. El uso de Internet también está restringido. Las líneas de comunicación también parecen estar caídas, ya que la BBC no ha podido comunicarse con las agencias de ayuda en el terreno.
En Bangkok, donde los servicios de metro y tren fueron suspendidos, Zsuzsanna Vari-Kovacs describió cómo evacuó un restaurante. Dijo: “Estaba esperando la cuenta y de repente empecé a sentir que la tierra temblaba. Al principio pensé que era solo yo, pero luego vi a todos mirando a su alrededor. Salimos corriendo inmediatamente.”
Deborah Punmachet estaba revisando su teléfono cuando su silla repentinamente se volcó. Dijo: “Estaba en mi La-Z-Boy [un sillón reclinable] y de repente se movió de atrás adelante. Luego se volcó y me golpeé la cabeza en una mesa.”
Bui Thu, un periodista de la BBC que vive en Bangkok, dijo que había pasado al menos una década desde que el país experimentó un terremoto tan fuerte.
En Mandalay, la segunda ciudad más grande de Myanmar, imágenes en redes sociales mostraron edificios colapsados, incluyendo partes del histórico palacio real. Un puente de 90 años se derrumbó, mientras que se destrozaron secciones de la carretera principal que conecta Yangón con la ciudad.
El Servicio Geológico de Estados Unidos emitió una “alerta roja”, advirtiendo que “es probable que haya un alto número de víctimas y daños extensos”. El número de muertos sigue siendo desconocido, pero el USGS estima que podría estar en los miles.