En la última semana, los miembros de la policía local revivieron sus reclamos por más agentes y mejores condiciones. Consideran que sus salarios son mucho más bajos que los disfrutados por los agentes de la policía local en muchos otros municipios.
El viernes pasado el salón de plenos se llenó de agentes y sus familiares que protestaban por su situación, sin embargo, la sesión se suspendió debido a la trágica muerte de dos bañistas.
Los agentes dejaron de realizar servicios extra en enero, los cuales no están contratados para proporcionar, situación que continuará hasta que el Ayuntamiento resuelva sus condiciones. De hecho, durante uno de los turnos del pasado sábado, de 2 p.m. a 10 p.m., la sede principal tuvo que cerrarse al público debido a la falta de personal.
Solo había dos agentes de servicio, uno para responder a las llamadas del Centro de Coordinación de Emergencias y otro agente con un vehículo patrullando el municipio para cubrir todos los demás servicios.
La Policía Local de Guardamar cuenta con el apoyo de la Guardia Civil, que también presta servicio a la mitad del municipio de Rojales y al municipio completo de San Fulgencio, sin embargo, el servicio está al límite, atendiendo lo que corresponde a un municipio de 23,000 habitantes.
El alcalde, José Luis Sáez (PSOE), dijo que el personal está adoptando medidas que perjudican al público en general y a ellos mismos. Explicó que las negociaciones deben abordarse de manera integral y no exclusivamente para un solo grupo de funcionarios del Ayuntamiento, que es lo que están exigiendo.
El alcalde ha dicho que actualmente solo hay tres vacantes en un total de 42 plazas disponibles para el personal, y serán cubiertas con interinos, “en los próximos días”.
Los propios agentes dicen que este es un número muy insuficiente, añadiendo que hay muchos agentes en una segunda actividad que no están patrullando y a menos que las cosas mejoren muy pronto, la situación durante la temporada alta podría volverse grave.