Quiero responder a la carta abierta que trata sobre el turismo en Mallorca, apoyando la llamada para atender y respetar las necesidades de los residentes al no elegir Mallorca como destino de viaje en la actualidad.
En primer lugar, elogio a los residentes de las Islas por tomar una postura realmente importante que no solo afecta a Mallorca, sino a todas las ciudades que enfrentan turismos de paquetes masivos, de lujo extranjero o lo peor de todo, de cruceros, insostenibles, degradantes y destructivos.
Al haber visitado Mallorca brevemente hace dos años, presencié de primera mano el impacto del turismo masivo en su hermosa isla. Pude ver fácilmente cómo los paisajes, playas y calas han sido pisoteados por interminables filas de hoteles de concreto genéricos y envejecidos, desechos no degradables, tiendas de souvenirs cursis y restaurantes de baja calidad que atienden a las experiencias vacacionales más superficiales.
Lo peor es cuando el desarrollo pretende copiar o simular mal y genéricamente los gustos de baja calidad de “casa” de donde proviene la mayoría de los turistas. Aquellos que solo quieren su país plantado en una playa mucho más cálida sin la responsabilidad ni las expectativas de su nación de origen.
Esta tendencia de los últimos 40 años debe terminar ahora. Ya es suficiente.
En algunas áreas, la situación es aún peor: las antiguas zonas de fiesta se han convertido en los epicentros clichés de un turismo imprudente y embriagado, dominado por un comportamiento horrible y arrogante que trae destrucción, demolición de recursos a esta isla rara y ecológicamente sensible, y quema a los mejores trabajadores temporales que deben lidiar con esta basura una y otra vez por un salario que no lleva a ninguna parte.
Es una especie de la peor ‘colonización lite’ que realmente surgió a finales de los años 80. Arruinando temporadas enteras preciosas para los lugareños que tienen que lidiar con las plagas anuales del mercado masivo.
Como alguien que vive en Londres, entiendo profundamente las consecuencias del desplazamiento de viviendas. La riqueza extranjera que demuele el poder adquisitivo de los ingresos locales, carteles que entran para fijar precios, crear inflación, crear bandas de esclavos vulnerables como vendedores de baratijas, abastecer la creciente demanda de drogas y explotación humana. Los especuladores inmobiliarios y el capital privado son los peores infractores que arruinan la posibilidad de poseer para los lugareños, donde la asequibilidad siempre debería estar indexada al control a 3 veces el salario anual local. Los jóvenes y las personas solteras deben poder permitirse vivir en su propia ciudad. Nunca debería ser un sueño imposible. Es una crisis gravísima. Apoyo a Mallorca y a sus residentes al decir: nunca más.
Sin embargo, con toda reacción, debe haber un equilibrio matizado y una acción proactiva y creo que la mejor manera de abordarlo es tener años de descanso sin turismo de masas basado en paquetes, para recuperarse del turismo, crear un sistema de permisos basado en la membresía de sociedades ecológicas, una “sociedad” de la isla o los ideales tradicionales de albergues juveniles internacionales, no albergues de fiesta, y centrarse en turistas individuales o categorías de nicho de personas que se comprometan con la comunidad, se integren, apoyen los ingresos turísticos desde abajo hacia arriba y dejen una huella muy ligera. Las relaciones de intercambio de hogares son maravillosas, ya que los beneficios se igualan e intiman.
Hay un camino a seguir donde todos podemos disfrutar de los países unos de otros, aumentar los ingresos del sector turístico de beneficiarios locales independientes y comunitarios, y revertir los peores desplazamientos, excesos y errores gruesos de los últimos 40 años.
Gracias a los ciudadanos de Mallorca por mostrar liderazgo, determinación y valentía para no solo liderar, sino también fortalecer un movimiento global necesario para brindar alivio y cambio lo antes posible.
En solidaridad y cuidado,
Nombre y dirección proporcionados
Estimado/a Señor/a,
Entiendo de dónde vienen los residentes con esta súplica.
Pero, estoy llegando a Mallorca en mayo en unas vacaciones de senderismo.
El hotel en el que nos hospedamos es propiedad de una familia mallorquina.
Los restaurantes en los que comemos son propiedad de mallorquines.
El taxi que usamos para ir/desde el hotel es propiedad de un mallorquín.
Deliberadamente no utilizamos empresas internacionales.
Si Mallorca no quiere gente como nosotros, entonces iremos a otro lugar.
Nombre y dirección proporcionados
Hola,
Con respecto a los titulares, es muy difícil saber qué hacer por lo mejor. Espero ansiosamente cada año, como lo he hecho durante algún tiempo, mis 10 días en Mallorca.
Con los años, me he hecho amigo de muchos españoles que tienen el placer de llamar a Mallorca su hogar. En un momento consideré mudarme allí mismo, pero a la luz de las protestas recientes y, honestamente, de una realización de mi parte sobre el daño que hace el turismo excesivo, decidí no hacerlo.
Cuando estoy allí, intento frecuentar solo bares, restaurantes y tiendas de propiedad española, con personal español, y me pregunto qué pasaría con sus medios de vida si el turismo disminuyera a lo que podría percibirse como más manejable.
Quiero poder seguir disfrutando de mis vacaciones anuales en Mallorca y espero que mi presencia no resulte en ninguna confrontación. Sin embargo, después de muchos años de anti-turismo, debo decir que realmente no me costaría mucho llevar mi patrocinio a otro lugar, ya que siento que el verdadero problema es la gobernanza de la isla, no los turistas.
Nombre completo y dirección proporcionados
Estimado/a Señor/a,
Entiendo totalmente las opiniones de la población mallorquina y el Gobierno Balear necesita actuar. Solía vivir en Mallorca, mis hijos (ahora adultos) son mallorquines.
Cuando visito la isla, siempre es para visitar el lado mallorquín de mi familia y tiendo a mantenerme alejado de las zonas turísticas (cada vez más difícil cada año).
El año pasado, visité en abril y me sorprendió la cantidad de turistas en Palma… ¡en abril ya era casi imposible caminar cómodamente por una acera!
La situación de la vivienda es terrible: a pesar de tener una buena educación y provenir de familias relativamente acomodadas, no sé cómo mis sobrinos podrán permitirse comprar casas. Mi hijo vive ahora en Australia y mi hija en Londres, ¡incluso Londres se siente menos concurrido que Palma!
Nombre y dirección proporcionados