Will Grant
Corresponsal de México, América Central y Cuba
Reportando desde Teuchitlán, MéxicoGetty Images
Al inicio de marzo se encontraron tres hornos crematorios humanos en el Rancho Izaguirre
Las puertas del Rancho Izaguirre se parecen mucho a cualquier otra que puedas encontrar en el estado de Jalisco. Dos caballos galopando en el frente quizás un guiño a los campos circundantes de pastoreo de ganado y caña de azúcar.
Sin embargo, lo que se esconde detrás de las puertas de hierro negro es supuestamente evidencia de algunos de los peores actos de violencia de cárteles de drogas de México en tiempos recientes.
Siguiendo una pista sobre la posible ubicación de una fosa común, un grupo activista de familiares de algunos de los miles de desaparecidos de México fueron al rancho, esperando encontrar alguna señal de sus seres queridos desaparecidos.
Lo que encontraron fue mucho peor: 200 pares de zapatos, cientos de prendas de vestir, decenas de maletas y mochilas, abandonadas después de que los propietarios aparentemente fueron desechados ellos mismos.
Aún más escalofriante, varios hornos y fragmentos de huesos humanos fueron encontrados en el rancho.
El sitio, según afirman los activistas, era utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para el reclutamiento forzado y entrenamiento de sus soldados rasos, y para torturar a sus víctimas y cremar sus cuerpos.
“Había juguetes de niños ahí”, dice Luz Toscano, miembro del Colectivo Buscadores Guerreros de Jalisco.
Luz Toscano es miembro del Colectivo Buscadores Guerreros de Jalisco, el grupo que descubrió primero el sitio
“La gente estaba desesperada”, recuerda.
“Veían los zapatos y decían: ‘esos parecen ser los que llevaba mi familiar desaparecido cuando se esfumó’.”
Toscano cree que las autoridades ahora deben revisar todas las pertenencias personales pieza por pieza y ponerlas a disposición de las familias para una inspección más detallada.
Para muchos, sin embargo, la peor parte del macabro descubrimiento es que la policía local allanó el rancho, cerca del pueblo de Teuchitlán, tan recientemente como en septiembre pasado.
Si bien en ese momento hicieron 10 arrestos y liberaron a dos rehenes, o bien no encontraron o no revelaron ninguna evidencia de la aparente magnitud de la violencia llevada a cabo allí.
Aunque aún falta por conocer la imagen completa sobre qué acción, si alguna, tomaron las autoridades municipales y estatales después de la operación del año pasado, críticos y familias de las víctimas acusan abiertamente de complicidad con los cárteles en Jalisco.
El Gobernador estatal Pablo Lemus respondió en un mensaje de video.
Su administración está cooperando plenamente con las autoridades federales, dijo, e insistió en que “nadie en Jalisco está lavándose las manos” del caso.
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Se han encontrado zapatos y otras pertenencias en el sitio de tres supuestos crematorios clandestinos
Para la Presidenta de México Claudia Sheinbaum, los eventos en Jalisco amenazan con oscurecer un buen comienzo de su presidencia.
Dadas las serias dudas sobre las acciones de la policía local y la fiscalía estatal, ha ordenado a investigadores federales hacerse cargo del caso.
Instó a la gente a no sacar conclusiones apresuradas mientras la investigación está en curso.
“Es importante realizar la investigación antes de sacar conclusiones”, dijo en su conferencia de prensa matutina a principios de esta semana.
“¿Qué encontraron en el sitio? Antes que nada, debemos escuchar a la fiscalía, que es la agencia responsable, y ellos informarán al país entero sobre lo que han encontrado.”
Sin embargo, si la mayoría de los mexicanos creerá la versión oficial de los eventos, es otra pregunta.
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Vista aérea del Rancho Izaguirre donde se encontraron tres crematorios humanos
El lugar ahora está lleno de policías, investigadores federales y equipos forenses en monos de trabajo.
Sea cual sea su conclusión, los medios en México llaman al Rancho Izaguirre un sitio de “exterminio”.
Mientras tanto, más equipos de búsqueda de familiares de las víctimas han llegado a la capital estatal, Guadalajara, antes de una marcha de protesta este fin de semana para instar a las autoridades a hacer más para encontrar a las personas desaparecidas de México.
Rosario Magaña estaba entre ellos. Es la madre de Carlos Amador Magaña, quien desapareció en junio de 2017. Tenía apenas 19 años.
Rosario Magaña sosteniendo una foto de su hijo y su mejor amigo que fueron secuestrados juntos por los cárteles
“Sigo sintiéndome desesperada, ya que han pasado ocho años y sigo en la misma situación”, dijo, hablando de su interminable búsqueda de su hijo que fue secuestrado junto con su mejor amigo.
“Es un proceso muy, muy lento cuando se trata de la fiscalía estatal y la investigación.”
“Todavía tengo fe y esperanza de encontrarlo”, enfatizó. “Pero estoy en una situación que no avanza, y es desalentador.”
Al salir de un servicio religioso para las víctimas desconocidas en el rancho en Teuchitlán, Rosario dijo que las acusaciones de errores, omisiones, complicidad y negligencia en el caso solo subrayan la lucha cuesta arriba que las madres como ella han enfrentado durante años para obtener respuestas a las preguntas más básicas sobre el paradero de sus hijos.
“Hay tantas fosas comunes en Jalisco, tantas casas de seguridad de cárteles, las autoridades conocen el modus operandi del CJNG. Entonces, ¿qué está haciendo el gobierno?” pregunta retóricamente.