De escándalo real a restauración de lujo

Para aquellos de ustedes que leen mi columna, primero que todo, gracias; en segundo lugar, es posible que hayan notado que tengo una vena un tanto nerd y una pasión (más bien, obsesión) por los yates que tienen una historia. Si hay algo nuevo y emocionante, como tecnología revolucionaria, estoy dentro. Si comenzaron su vida como un barco diferente y renacieron, sí, vuelvo a estar interesado. Cualquier cosa con una historia, definitivamente me interesa. Lo que nos lleva hoy a la historia del fabuloso yate de 91 metros, Nahlin, que ha sido avistado con frecuencia en aguas mallorquinas a lo largo de los años.

Botado en 1930 en el astillero de John Brown & Company en Clydebank, Glasgow, Escocia, Nahlin fue diseñado por el famoso arquitecto naval G.L. Watson. Su construcción fue para Lady Yule, una heredera escocesa, financiera y criadora de caballos, que imaginó un yate de extraordinaria elegancia y lujo. Con 300 pies (91,4 metros) de longitud y una manga de 36,2 pies (11 metros), Nahlin era una verdadera obra maestra de su tiempo y es el único barco de John Brown and Co que sigue navegando en la actualidad.

El nombre del yate proviene de la palabra nativa americana “Nahlin”, que significa “corredor veloz” o “rápido de pies”, reflejando su diseño elegante y su poderosa presencia en el agua. Cuenta con interiores impresionantes diseñados por Sir Charles Allom, con seis camarotes en suite, una biblioteca, un gimnasio y una sala de estar para damas que ofrece vistas panorámicas al mar con ventanas en tres lados. Originalmente impulsada por cuatro turbinas de vapor Brown-Curtis, en 1930 Nahlin era un símbolo tanto de excelencia en ingeniería como de opulencia, y en el verano de ese año, Lady Yule y su hija Gladys emprendieron un recorrido por el mundo a bordo. Después de visitar Australia, en 1931 llegaron a Nueva Zelanda antes de dirigirse a Estados Unidos.

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Una Historia Real

Cuando llegó el Jubileo de Plata de Jorge V en 1935, Nahlin fue uno de los varios yates que asistieron, momento en el que Lady Yule invitó al entonces Príncipe de Gales, Eduardo, a bordo. Se dice que quedó muy impresionado con el yate. Lo que explicaría por qué, en 1936, después de la muerte de Jorge V y la ascensión de Eduardo al trono, acompañado por un par de destructores reales de la Marina, Nahlin se convirtió en el barco de elección del Rey Eduardo VIII y Wallis Simpson durante su crucero por el Mediterráneo. Este famoso viaje, que llevó a la pareja desde el Adriático hasta Estambul, fue crucial en el escándalo real que finalmente llevaría a la abdicación de Eduardo. Durante su tiempo a bordo, Eduardo convirtió la biblioteca del yate en un bar improvisado para adaptarse a las preferencias de Wallis Simpson, un acto que estaba en desacuerdo con la dueña del yate, Lady Yule, que era abstemia. Este crucero condenado cambiaría el curso de la historia real británica.

La asociación real del yate no terminó ahí. En 1937, Nahlin fue vendido al Rey Carol II de Rumanía, quien la rebautizó como Luceafărul, que significa “Estrella de la Tarde”. Más tarde pasó por varios cambios de nombre al convertirse en una herramienta de la diplomacia rumana, incluidos Răsăritul (Amanecer) y Transilvania. Durante la Segunda Guerra Mundial, Nahlin, rebautizado como Libertatea después de que Rumanía se convirtiera en una república comunista en 1948, fue entregado a la Marina rumana, donde finalmente se convirtió en un barco museo y más tarde en un restaurante flotante en el Danubio.

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Desde el Abandono a la Restauración

El tiempo del yate como Libertatea estuvo marcado por el abandono, especialmente después de la caída del régimen comunista en Rumanía en 1989. Sin embargo, en 1998, el yate fue comprado por un corredor de yates británico, Nicholas Edmiston, quien buscaba restaurarlo a su antigua gloria. Este marcó el comienzo de un proyecto de restauración extremadamente largo que abarcó varios países y astilleros. Después de ser remolcado desde Rumanía hasta el Reino Unido, Nahlin sufrió reparaciones iniciales antes de ser enviado a Alemania, donde fue equipado con un nuevo tren de potencia diésel-eléctrico en Blohm+Voss, reemplazando las turbinas de vapor originales por dos motores diésel de 16 cilindros de MTU.

En el proceso de su restauración, Nahlin sufrió una modernización completa, incluida la adición de alojamientos de lujo para hasta 14 pasajeros y una tripulación de 47 personas. Notablemente, se descubrió que el bote original de caoba de 21 pies del yate, que se creía perdido durante más de 60 años, se encontraba en Escocia, donde su dueño, Willie McCullough, lo había restaurado cuidadosamente a su antigua gloria. La maquinaria renovada del yate ahora alimenta dos motores eléctricos, cada uno con una potencia de 2,000 kW (2,700 hp), asegurando que Nahlin siga siendo tan formidable en el agua como siempre.

Una Nueva Era

En 2006, el yate fue adquirido por Sir James y Lady Dyson, el inventor y empresario británico. Bajo su propiedad, el yate fue completamente restaurado a su nombre original, Nahlin, y volvió a entrar en servicio en 2010. Una vez más se convirtió en un yate privado, que combina diseño clásico e historia real con rendimiento y lujo modernos.

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Hoy en día, Nahlin se erige como uno de los yates más elegantes e históricamente significativos que aún navegan, un verdadero ejemplo de la era dorada de la navegación en yate. Su historia es la de intriga real, cambios políticos y un renacimiento notable, una embarcación extraordinaria que ha trascendido el tiempo y las tendencias, manteniendo su posición como símbolo de lujo y elegancia. Ya sea surcando el Mediterráneo o atracada en un puerto deportivo de prestigio, Nahlin sigue cautivando con su rica historia y belleza atemporal, asegurando que su legado perdure por generaciones venideras.