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Max sigue buscando una familia. El perro, que ha estado encerrado en una jaula en la perrera municipal de Son Reus durante más de dos años y medio, en Palma, necesita una segunda oportunidad. A pesar de su nobleza y naturaleza sociable, el perro sigue esperando una oportunidad para encontrar una familia que lo adopte. “Max es un claro ejemplo de lo injusto que es el abandono. Es un perro increíble, pero ha estado esperando más de 900 días sin que nadie le dé la oportunidad de una segunda vida”, dijo Miguel Elvira, portavoz de Peluditos de Son Reus.
Aquellos que quieran conocer a Max o estén interesados en adoptarlo pueden hacerlo el 8 de marzo en las perreras municipales donde la asociación Peluditos de Son Reus, en colaboración con el Ayuntamiento de Palma, ha organizado una nueva exhibición para aquellos que deseen adoptar una mascota. El evento se llevará a cabo de 10am a 12pm y alrededor de 30 perros serán desfilados con la esperanza de encontrar un nuevo hogar.
Max estará acompañado por otros compañeros que también están buscando una familia. Perros como Luna, Zeus y Rocky, hasta 30 perros en total, serán sacados durante unas horas al aire libre gracias al trabajo de voluntarios, que les ofrecen los únicos momentos de libertad que tienen fuera de sus jaulas.
Peluditos de Son Reus ha estado advirtiendo sobre el problema de los animales abandonados. “Estos animales sufren. No son juguetes ni mercancía, son seres vivos que sienten, sufren y necesitan amor y respeto. Por eso es esencial adoptar en lugar de comprar, para evitar las granjas de cría y fomentar la esterilización para reducir la sobrepoblación”, dijeron.
Hace poco más de un año entró en vigor una nueva ley contra el maltrato animal en España. La ley “pone fin a la impunidad de las personas que maltratan a los animales” y representa un “avance que corresponde a la sensibilidad de nuestros conciudadanos que en su mayoría quieren proteger” a los animales.
Esta ley exige una formación “obligatoria” para los propietarios de perros, a quienes se les prohíbe dejarlos solos durante más de 24 horas. También hace obligatoria la esterilización de gatos, excepto en granjas, con asociaciones de derechos de los animales que destacan la importancia del control de natalidad para evitar el abandono.
La reforma del código penal, que acompaña a la ley, aumentó las penas por maltrato, que pueden llevar a los infractores a hasta un año y medio de prisión, si el animal requiere atención veterinaria. Esta pena se incrementa a dos años si el animal muere, o incluso a tres en caso de circunstancias agravantes.