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1 No te saltes el desayuno
La comida de la mañana pone en marcha tu metabolismo y ayuda a prevenir atracones más tarde en el día. Una taza de café no cuenta: la cafeína y el azúcar añadido pueden darte un poco de energía y suprimir tu apetito por un tiempo, pero seguramente te dará hambre severa más tarde y será más probable que comas en exceso. El desayuno debe incluir carbohidratos complejos como granos enteros (granola o avena), junto con algo de proteína y grasa (yogur o leche baja en grasa), mantendrá tus niveles de energía equilibrados y el hambre bajo control.
2 Come más a menudo
Adquiere el hábito de comer cada tres o cuatro horas o al menos cuatro veces al día. Comer con frecuencia estabiliza el azúcar en la sangre, cuando el azúcar en la sangre baja demasiado, querrás comer… mucho. Al mantener estable tu azúcar en la sangre, puedes controlar tu apetito y mantener tu tasa metabólica alta. Cuando pasas muchas horas sin comer, tu cuerpo compensará disminuyendo para conservar energía… este efecto perjudica tus esfuerzos de perder peso.
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3 Come proteínas en cada comida
Las proteínas ayudarán a reducir tu apetito, requieren más energía y tiempo para digerir, en efecto te sentirás lleno por más tiempo que comiendo solo carbohidratos. La investigación muestra que comer más proteínas puede ayudarte a perder peso sin reducir calorías. Prueba estas posibilidades de proteínas: pavo en trigo integral; hummus y pita; chili vegetariano; frutas y nueces; o barras de snack de proteínas que contienen 12 o más gramos de proteína.
4 Espera antes de picar
Muchos de nosotros tomamos un aperitivo para obtener energía rápida cuando nos sentimos cansados. Pero no confundas el hambre real con la fatiga. Si te sientes cansado, ve a dar un paseo rápido de 15-20 minutos. Esto aumentará tu ritmo cardíaco y te dará un impulso de energía. Síguelo con un vaso grande de agua fría. Si realmente tienes hambre, come un aperitivo rico en proteínas y carbohidratos complejos como; galletas de trigo integral con mantequilla de cacahuate o queso.
5 Consume lo suficiente para las necesidades de tu cuerpo
Comer muy poco ralentiza el metabolismo de tu cuerpo de la misma manera que comer con poca frecuencia. Si quieres perder peso, no reduzcas drásticamente tus calorías. En su lugar, elimina algunos de los extras de tu dieta – cosas como refrescos, jugo, productos envasados o dulces. Los alimentos procesados tienden a ser altos en grasa y calorías y bajos en vitaminas, minerales y fibra.
Publicado por May Healthy Lifestyle