A veces parece que las dietas y planes de pérdida de peso son una parte regular de nuestras vidas; vienen y van más a menudo de lo que nos gustaría admitir. Estas son a menudo dietas de moda a las que nos aferramos con la esperanza de encontrar finalmente la que “realmente funciona”. Sin embargo, no es una buena idea comenzar ninguna dieta antes de que la entiendas completamente. La buena noticia es que hay programas de dieta que han resistido la prueba del tiempo y han demostrado funcionar. Otra cosa que puede considerar es que la pérdida de peso no es un acto físico de una sola vez. En cambio, es un cambio de estilo de vida que incorporas a tu vida.
Mantén tu enfoque: Se ha dicho mucho sobre la fuerza de voluntad y su falta de efectividad. El problema con la fuerza de voluntad es que establece la mentalidad incorrecta. Cuando lo piensas, solo necesitas fuerza de voluntad cuando te sientes privado. Una vez que comienzas a pensar en las cosas que no puedes tener, o en lo difícil que es todo, te estás preparando para el fracaso. Necesitas algo mejor, y ahí es donde entra el enfoque. Es lo opuesto a la fuerza de voluntad. Concéntrate en por qué quieres perder peso, cuál es tu objetivo final y cómo te sentirás una vez que alcances tu peso objetivo. Cuando estás enfocado, estás pensando en los aspectos positivos de tu plan de pérdida de peso, y eso es algo bueno.
Ponte en movimiento: Algunas personas llaman a esto ejercicio, pero al mismo tiempo, esa palabra tiene connotaciones negativas para mucha gente. Independientemente de cómo lo llames, debes moverte si quieres aumentar tus posibilidades de éxito. La clave es participar en actividades que disfrutes. Esto podría ser dar un paseo, jugar bolos, bailar, hacer jardinería o jugar al frisbee. Solo recuerda que cualquier actividad adicional equivale a más calorías quemadas.
Esmero: Sí, la pérdida de peso requiere esfuerzo. No hay forma de evitarlo. Afortunadamente, cuanto más esfuerzo pongas, más peso perderás.