En Madrid, una ciudad de más de 3 millones de residentes, hace 21 años, todos conocían a alguien afectado por la tragedia de los atentados de Madrid, ya sea fallecido, herido o de luto por un amigo, colega o miembro de la familia.
El jueves 11 de marzo de 2004, la ciudad quedó en el silencio más profundo que haya experimentado en su historia. El 11 de marzo de 2025, Madrid recordó solemnemente el 21 aniversario de los atentados del 11-M en los trenes, el ataque terrorista más mortífero en la historia de España, que cobró directamente 193 vidas e hirió a casi 2,000 personas.
Las ceremonias conmemorativas en toda Madrid rindieron homenaje a las víctimas bajo un cielo gris y lluvioso, reflejando la pérdida de la nación, pero también su resiliencia.
Las ceremonias comenzaron a las 9 de la mañana en la Puerta del Sol, donde el gobierno regional organizó una emotiva ceremonia. La presidenta regional Isabel Díaz Ayuso y el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida colocaron una corona de flores frente a una placa en honor a los caídos y a los servicios de emergencia que acudieron en su ayuda.
Al mediodía, el Bosque de El Recuerdo en el parque del Retiro albergó un homenaje de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, al que asistieron figuras políticas nacionales y familiares de las víctimas. Más homenajes se llevaron a cabo en los lugares de los ataques: en la Calle Téllez a la 1.30, junto a donde estalló una de las bombas en los trenes. Así como en la estación de tren de Santa Eugenia a las 6 de la tarde, y en El Pozo en el barrio de Vallecas a las 7 de la tarde, donde ofrendas florales honraron las vidas perdidas en los atentados.
Pueblos cercanos como Coslada, Móstoles y Alcalá de Henares, honraron a sus 27 residentes fallecidos celebrando sus propios homenajes, incluyendo una ofrenda floral en ‘La Espiral de La Templanza’ de Coslada.
Bajo un cielo persistentemente lluvioso, los actos de recuerdo de Madrid revelaron que a pesar de las opiniones divididas sobre cómo se manejaron las investigaciones posteriores, había un compromiso colectivo con la dignidad y la justicia, 21 años después de que la tragedia golpeara su rutina matutina.