La policía australiana arrestó a 170 activistas del cambio climático en el estado de Nueva Gales del Sur durante una protesta de viernes a domingo. Representando al grupo Rising Tide Australia, los manifestantes cerraron el tráfico marítimo en el Puerto de Newcastle, que es uno de los mayores exportadores de carbón y productos derivados del carbón en el mundo. También es el puerto de carga a granel más grande en la costa este de Australia, altamente poblada.
“Está en un lugar único, siendo el puerto de carbón más grande del mundo, exportando vastas cantidades de carbón”, dijo el Dr. Peter Schofield, médico y activista de Rising Tide Australia, en un comunicado. “Si podemos marcar la diferencia aquí y si podemos demostrar nuestro compromiso como comunidad y como gobierno para influir en las cosas de tal manera que, ya sabes, minimicemos eso, eso puede tener implicaciones a nivel mundial”.
Miles de australianos se presentaron en la costa para expresar su apoyo a los manifestantes pacíficos. Por otro lado, las autoridades locales lanzaron duras críticas a los activistas recién arrestados mientras los describían en términos despectivos. La ministra de policía de Nueva Gales del Sur, Yasmin Catley, calificó la protesta de “teatro irresponsable”, añadiendo que la policía había “hecho un excelente trabajo gestionando esta situación peligrosa y volátil”.
Aunque la policía puede emitir más arrestos, hasta ahora han arrestado a 156 adultos y 14 jóvenes de los tres días de protesta. Treinta y dos solo fueron acusados de no cumplir con una orden de un oficial autorizado relacionada con la seguridad, mientras que otros 138 fueron acusados de perturbación de una instalación importante. A dos se les negó la libertad bajo fianza para comparecer ante el tribunal local de Newcastle el lunes. Las víctimas del evento incluyen a un oficial de policía que sufrió una fractura de tobillo.
A pesar de que el mundo sigue calentándose a un ritmo sin precedentes gracias a la quema de combustibles fósiles, la comunidad global está haciendo poco o nada para detener la liberación de gases de efecto invernadero. Este año va en camino de ser el más caluroso de la historia registrada, superando el umbral crítico de calentamiento de 1,5º C establecido por el acuerdo climático de París. Sin embargo, estamos liberando más gases de efecto invernadero que nunca, según investigaciones recientes. Mientras tanto, los manifestantes que llaman la atención sobre este tema son cada vez más vigilados, arrestados y etiquetados como terroristas.